….“pásame las tortillas….”
Fue como de costumbre, una comida de amigos y amigas para disfrutar el tradicional platillo sudcaliforniano, acompañado con chiles jalapeños, limones y tortillas de maíz, muchas tortillas, sin faltar claro está el vino el tinto, las cervezas bien frías para bajarlo en la sobremesa con whiskys y tequila Don Julio –pal desempance– y como postre, rebanas de queso con mangate -made in La Purificación-.
Fue un sábado de amigos y amigas, e inicio con una concentrada jugada de “malilla” entre los profesores Pepe Gajón y Pedrín, Raúl Olachea y un servidor, mientras mi adorable familia continuaba con el viejo ritual paceño de cocinar a conciencia y estar al pendiente de los más mínimos detalles, todos ellos, como una autentica orquesta sinfónica recién afinada, sobre los mejurjes del “guisado” para que se viera bien, oliera rico y se saboreará mejor.
De las primeras en llegar fue Fernanda Villarreal González con una botella de vino tinto Protos de Crianza, para un maridaje sin par con el platillo para la ocasión, luego hizo su aparición Abimael Ibarra Abundez, con un Buchannas Master de litro para no dar más vueltas, también haría su arribo triunfal Martín Inzunza –del staff del Delegado de Profeco en el Estado, Isaías González Nava–, cargando con las aguas minerales que de inmediato se ensillaron junto al profesor Alfredo Reyes que ya disfrutaba una pacifico bien helada, y sin más, empezaron la conversación que de entrada se antojó política.
Momentos después arribaron los diputados priístas; Juan Alberto Valdivia Alvarado –que nuca falta a la convocatoria–; Omar Zavala Agúndez, y Axxel Sotelo y los otrora mariscales de campo, Jesús Flores Romero, Guillermo Mendoza Salgado, Ángel Gajón de la Toba, Isidro Ruiz, Noé López Ramírez, Gonzalo Cervera González, Jorge Miguel Cota Katzenstein, el Regidor Ricardo Fiol Higuera, Humberto Castillo Lucero y los colegas, Jesús Montaño Cota y Freddy López, invitados especiales todos ellos, pues me distinguen con su amistad y consideraciones inmerecidas.
Los ausentes –por razones comprensibles o simples desaires– algunos se disculparon y otros no; Tony Agúndez, extrañamente me confirmó ese mismo día en la mañana que estaría en la comida, pero nunca llegó; Guillermo Mercado, con tiempo se disculpó porque acompañaría a Isaías González Cuevas a Los Cabos, Carlos Mendoza Davis, se disculpó porque tenía la plenaria del PAN, Armando Martínez Vega, que ese día festejó su cumpleaños con San Pedro con una comida –albercada o tambeada, dice el Freddy López–, Leonel Cota Montaño, que un día antes me envió un mensaje disculpándose porque había falleció un familiar en Santiago, Esthela Ponce andaba de gira política y Ricardo Barroso, que no estuvo ni se disculpó.
Las conversaciones de los amigos y amigas abordaron toda la gama de acontecimientos presentados días antes, desde la gira de Ivonne Ortega, el foro de conclusiones del Senador Isaías González Cuevas celebrado en Los Cabos, la comida en San Pedro de Armando Martínez Vega con motivo de su reciente cumpleaños, las broncas de la alcaldesa Esthela Ponce Beltrán referentes al pago de nóminas, la gira del presidente nacional del PAN Gustavo Madero Muñoz, la protesta esa tarde del sábado en Cabo San Lucas del comité municipal de la CNOP, evento que presidiría el Senador Ricardo Barroso Agramont, y por supuesto, abordaron la “grilla” interna del priísmo que se intensifica por las candidaturas del 2015.
Mientras escuchaba sus conversaciones, “carrillas”, análisis, posibles jugadas, escenarios predecibles, observe el entreveramiento generacional real que existe entre el priísmo; esa rara mezcla de cuadros políticos de diferente origen social, con una escala amplia de edades que combina noviciado, experiencia y sensatez, y que aspira a la conducción del poder público. Me sentí reconfortado, porque yo mismo pertenezco a una generación que sigue opinando, y actuando dentro de los ámbitos de la política –aunque sea como columnista–, y concluí que ningún grupo político puede llegar solo al triunfo electoral, deseando que logren construir razonablemente su cohesión interna y su capacidad competitiva en el plano electoral.
Fernanda Villarreal, presente esta vez en la comida de amigos y amigas como una expresión consensuada a la cuota de género, tema que será crucial en las próximas elecciones, el 50/50 en candidaturas a diputados y regidores, porque será de suma importancia como resuelvan este asunto los partidos políticos, un asunto de igualdad política entre hombres y mujeres, que abrirá sin duda nuevos cauces de participación.
Como siempre, mi pequeño demonio Francisco –antes de ir a visitar a su novia–, saludó de mano a cada uno de los presentes, como todo un político en formación, converso con algunos de ellos, y atendió la mesa cuando pudo, también pensé, que la generación de Francisco tendrá sus propias perspectivas, retos, y propuestas, para otras generaciones de sudcalifornianos que exigirán una mejor vida, pero por el momento se entrena bien, platicando como grande con políticos de todas las generaciones. Sábado 30, comida de amigos y amigas. ¡Enhorabuena y para todos Salud!.
