* Nuevas reglas
Hasta la semana pasada, antes de que la Comisión Política Permanente del CEN del PRI tomara la decisión de privilegiar un nuevo método en la selección de candidatos a puestos de elección popular, los priístas trepadores habían accedido a las candidaturas sin mayores complicaciones; bastaba con tener un “buen padrino”; procurar un “buen manejo” de imagen en los medios; contar con “cierta” trayectoria en el partido y tener una pizca de suerte. En ocasiones, ni eso; bastaba con estar en el momento indicado, en el lugar indicado y a la hora indicada para treparse en las candidaturas. Así surgieron todos o casi todos los changos que conocemos, que brincan de liana en liana en cada proceso electoral.
Sin embargo, desde el jueves de la semana pasada el esquema cambió bruscamente y a partir de ese día el método de selección es y será distinto. Nada de que “me la deben”; que estoy “haciendo cola”; que a mi “me toca”; que soy “amigo o amiga” del Presidente; del tal o cual Secretario de Estado; que tengo “experiencia”, que soy el “más “capaz”, que tengo y cuento con el “apoyo” de los sectores y organizaciones del partido; que “he hecho” alianzas con todos los grupos políticos dentro y fuera del PRI etc. Hoy, la selección de candidatos –repito– será distinta; quienes estén mejor posicionados en las encuestas y en al ánimo popular; los que sean competitivos; quienes luzcan como ofertas electorales atractivas y seductoras, los que jalen votos, en suma, los que traigan las canicas jugaran y los que no, no.
Sí antes el candidato a gobernador era quien repartía el pastel, con las nuevas reglas del juego tales facultades desparecen. ¿Por que?, porque el candidato (a) a gobernador será el último en salir del horno de donde saldrán primeramente los candidatos a diputados federales, diputados plurinominales, diputados locales y alcaldes, estos últimos en los estados donde habrá elecciones concurrentes.
A pocos, a muy pocos le ha “caído el veinte” que las nuevas reglas para la selección de candidatos abrirá un parteaguas en el futuro político de más de un tercio de trepadores que sienten y hacen suyo el destino de un municipio y de un estado. Un parteaguas para los sectores y organizaciones y los grupos de interés que pululan al interior del partido, acostumbrados a despacharse con la cuchara grande en la hora de las designaciones, un parteaguas para los gobernadores que por el solo hecho de convertirse en “fieles de la balanza” hacían y deshacían a su antojo, un parteaguas para las nuevas generaciones de políticos y servidores públicos cuyas permanencias en el quehacer público y en la vida política del partido esté sujeta a los resultados, a que rindan cuentas; a la disposición expresa de hacer “bien las cosas”, de no tener miedo a enfrentar el escrutinio público, a ser responsables y leales no solo con el partido sino con ellos mismos, en síntesis, a tener siempre presentes que el pueblo premia y el pueblo castiga, trátese de quien se trate.
Un parteaguas para los simuladores y los tramoyistas que hacen negocio a la sombra de calenturas políticas ajenas, que sacan rajas de la más insignificantes coyunturas, que presumen de “operadores político”, que se dicen “asesores de cabecera” y que gracias a sus “buenos oficios” se mantienen altivos en las “burbujas” de los que ejercen el poder. Todo esto se acabará y está por terminar, al menos en el actual proceso interno del PRI, donde las “urgencias” no están para complacer a nadie, sino para no seguir perdiendo poder y gobernabilidad.
El gobierno priístas que encabeza Enrique Peña Nieto, (al igual que aquel viejo adagio chino que dice; “no importa si el gato es prieto, barcino o colorado, lo que importa es que cace ratones”) no necesita “santanones” sino hombres y mujeres de carne y hueso que jalen votos, que sean competitivos en lo político y en lo electoral, que generen simpatías en el electorado, que tengan facilidad de conectarse con la sociedad, con los sectores productivos, con los grupos fácticos y que “no pierdan piso” a las primeras de cambio, que muestren humildad ante los demás. Si no leen a tiempo y con detenimiento los nuevos mensajes, los cambios que están por producirse en la vida interna del PRI con las nuevas “reglas del juego”, luego entonces solo el Diluvio. ¿Quihúbole?
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SOBRE EL CABRESTO
A usted, a todos ustedes mis mejores deseos de que 2015 sea mejor, que les vaya bien, en salud, paz y tranquilidad, pero sobre todo, en permanente armonía con el Señor que nos ha todo sino pedir nada a cambio. Un abrazo y que Díos los bendiga…..Salud.
