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DEL TINTERO / LA PAZ ¡NO OLVIDAR!

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*LO QUE SE DEBE CONTAR Y NO OLVIDAR GOBIERNO DE EXCEPCIÓN EN LA PAZ BAJA CALIFORNIA SUR.
*Armando Martínez Corrió a Francisco Monroy antes del término de su mandato.

El 27 de septiembre de 2015, se autoproclamó gobierno municipal el encabezado por Armando Martínez Vega, tras días de toma de instalaciones, so pretexto de acondicionar las oficinas de quien ejercería el mando en el Ayuntamiento paceño.
El suplente Francisco Monroy Sánchez, pecando de confiado y apegado a la buena fe del grupo entrante al gobierno municipal, dio permiso para que trabajadores le dieran a las oficinas una pintadita de azul y blanco y por creerlo necesario, el cambio de chapas en las puertas, aún cuando no les correspondía ese tipo de trabajos.
Sorpresa y disgusto sintió Monroy Sánchez, cuando entró días antes del 27 de septiembre y encontrara todos esos cambios. Incluso una pieza de artesanía con la esfinge de la virgen de Guadalupe, había sido arrinconada como objeto de desecho, por los trabajadores y seguramente por instrucciones de arriba: Los que se van ya no mandan.
Dejando pasar esos inconvenientes que eran el anuncio anticipado de que sería expulsado por el grupo en el poder entrante, Francisco Monroy Sánchez, sintió el desprecio de su sucesor Armando Martínez Vega, la tarde del 27 de septiembre cuando llegó a rendir su informe y se encontró con la novedad de que había órdenes “de arriba” de no dejarlo pasar y desconocer la autoridad que aún le quedaba hasta las doce de la noche del día en mención. Manuel Salvador Arce Delgadillo, su director de seguridad pública y tránsito, lo había traicionado, seguramente con el conocimiento de la presidenta municipal propietaria y hoy flamante diputada federal, Esthela de Jesús Ponce Beltrán, ya que el funcionario es su incondicional.
Policías municipales que todavía debían obedecer institucionalmente a Francisco Monroy, nada más evitaban mirarlo a los ojos e impedían con la fuerza de la autoridad su paso a las instalaciones del Ayuntamiento Paceño por las calles de Avenida de los deportistas y Colosio.
De hecho Rafael Sánchez, otro traidor cercano a Esthela, disfrazado de secretario particular, aconsejaba a Monroy no presentarse al evento. Sin embargo, amigos de verdad, le dijeron, ¡asiste!
Horas antes, de las siete de la tarde, los personeros del presidente municipal entrante, repetían a cuanta gente miraban: “No va venir Monroy, será el primer presidente que no rendirá su informe”.
Sin embargo, sí asistió el suplente presidente municipal, que no se domó ante la tentación de los empresarios de la minería de extracción de oro, considerada por miles de ciudadanos sudcalifornianos tóxica y mejor se sumó a las manifestaciones en contra, tal como se sumaron ese día a él – Francisco Monroy – los ambientalistas quienes no daban crédito de la actitud reprobable del electo presidente municipal Armando Martínez Vega.
Estaban ambientalistas, periodistas y el presidente suplente saliente ante los policías reclamando que obedecieran a quien aún no tomaba protesta. Pero fue notorio que el mando único se aplicó en esta situación y no era cualquier mando municipal, sino el superior.
En eso pasó Carlos Mendoza Davis, el mando superior. Los reclamantes voltearon a ver la suburban color blanco y corrieron junto con Monroy Sánchez en su busca antes que entrara a las oficinas del Ayuntamiento donde ya lo esperaba Armando Martínez Vega.
¡Gobernador, gobernador!, no me deja entrar la policía, expresó Francisco Monroy al mandatario estatal y este mirando muy serio, contestó, déjame ver que pasa y se metió a las oficinas dejando a sus seguidores encorajinados con los elementos del orden que custodiaban la puerta de entrada y salida.
Empezaron a forcejear por fuera ambientalistas, familiares, amigos y periodistas, venciendo a los policías en el mismo momento que alguien de dentro gritó, ¡Que lo dejen pasar! Refiriéndose a Monroy.
Ante la orden de entrada, se vio ir a Monroy y dos regidores, que al igual que Francisco hasta el último momento buscaron cumplir con la constitución entregando el informe correspondiente en manos de Armando Martínez Vega y atestiguando el acto el gobernador, llegando incluso a sacarse fotos de hipocresía.
Monroy había vencido, fulminó el golpe certero del grupo panista que arribaba al poder y pretendía demoler al de por sí debilitado gobierno municipal 2011 – 2015 al día siguiente con la consigna: No informo el presidente municipal del PRI.
No lo hizo con mentalidad de experto; más bien como incipiente político que quiso hacer bien su trabajo en el corto plazo de seis meses, cuando no quedaba feria ni que feriar.
Por ello, además los días posteriores al 27 de septiembre, prefirió dejar un informe pormenorizado protocolizado ante notario público de su periodo municipal donde fue venciendo batallas: Problemas con la CFE y la solución plantas de energía eléctrica; Un líder sindical- Francisco Frías Osuna problemático y le aplicó tarjeta roja, dejando un problema menos al ayuntamiento entrante; Paros laborales en la recolección de basura y él mismo – Francisco – manejo un camión recolector en las calles de la ciudad.
Entonces, el 27 de septiembre, tras vencer obstáculos Francisco Monroy, las miradas de los hombres del Poder le señalaron la salida. Entonces, salió victorioso y aún cuando hasta las doce de la noche le correspondía el mando, paso por capricho del poder en turno a ser ciudadano común.
Ya con el escenario bajo su control, Armando Martínez Vega sin el protocolo obligado donde se deben hacer presentes el cabildo en pleno, salientes del gobierno municipal, no ocurrió así. Simplemente se autoproclamó presidente municipal para el periodo 2015 – 2018.