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DEL TINTERO / CENDI: NEGOCIO PARTICULAR

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¿CENDI, LUZ DAVIS, NEGOCIO PARTICULAR DE SU DIRECTORA?
Deberá abrirse carpeta de investigación por parte de la autoridad estatal y municipal del ayuntamiento paceño, para conocer a fondo el caso del CENDI ubicado en Sierra de la victoria entre sierra San Luis Gonzaga y San Pedro Martir, en la colonia ocho de octubre de la ciudad de La Paz, a cargo de Lucila Guadalupe Guluarte Castro, que a la luz de una asamblea sindical se dejó entrever “hay rarezas” en la conducción del manejo de las finanzas de la que debería ser una institución respetable.
No se vale que ante el contento de Carlos Mendoza Davis, gobernador constitucional del Estado de Baja California Sur, en el tema de la transparencia y la no corrupción en el manejo del erario público, exista en nuestros días la no rendición de cuentas en el Centro de Desarrollo Infantil, Luz Davis de Mendoza, so pretexto de que “todo está bajo control” a decir de su directora, Lucila Guadalupe Guluarte Castro
Sucede que a raíz de la cuarta asamblea sindical sección La Paz, del día viernes 10 de marzo de 2017, para que el secretario general diera su informe a la base trabajadora, en asuntos generales, muy en su papel de defensora del CENDI, la directora de esta instancia que debe servir a los trabajadores del sindicato al servicio de los poderes del Estado, municipios y organismos descentralizados, quedó exhibida como defensora de un posible negocio particular.
Se supo entonces que quienes tienen “todo bajo control” en el CENDI no rinden cuentas ni al gobierno, ni al sindicato y que el cincuenta por ciento de su planta laboral no son burócratas; son contrataciones particulares a quienes se les cobra algo así como mil quinientos pesos de cuota, de los cuales la pregunta es, ¿a dónde van a parar?, sumados a ingresos diversos que son secreto de unos cuantos.
Porque se debe decir que extraoficialmente se sabe recibe varios miles de pesos por parte del gobierno estatal y gobierno municipal del ayuntamiento paceño. Además de hacerse notorio entre los trabajadores, cuentas bancarias a nombre de familiares de Lucila Guluarte, que generan dudas y sospechas.
Una irregularidad más, es permitir que funcionarios de primer nivel se sirvan de esta instancia que fue abierta para apoyar a los trabajadores; no para hijos del presidente municipal, gobernador o funcionarios con cargos directivos de primer nivel. Dicho esto porque la directora defensora de sus intereses, dijo a voz en el micrófono durante su intervención que “dos gobernadores habían tenido ahí a sus hijos”.
En este contexto, la secretaría general de la sección La Paz, a cargo de Eduardo Valdez, “va con todo” para aclarar y transparentar que está pasando en el CENDI Luz Davis de Mendoza. Y en ese tenor Carlos Mendoza Davis, ejecutivo estatal y Armando Martínez Vega, presidente municipal, deberán dar instrucciones para que se realice una investigación que no deje duda ante los trabajadores sindicalizados que ahí laboran, ni suspicacias entre la opinión pública que ayuda a acuñar la historia y poner los hechos en su lugar.
Es notorio que después de 20 años de sindicalizada y dos años con la actual representación legal sindical, Lucila Guluarte, se acordó de asistir a su sindicato a tratar de taponear cualquier investigación al interior del CENDI que “bien dirige” sin rendir cuentas a nadie.
Es de esperarse que la parte sindical de la sección La Paz, respete por ésta administración a los trabajadores no sindicalizados que entraron a laborar por la vía particular a través de la directora del CENDI Lucila Guluarte y terminada la gestión municipal de Armando Martínez Vega y de Carlos Mendoza Davis, sean contratados únicamente burócratas.
No estará de más echarse una vuelta por los casinos de la ciudad de la Paz, a ver si entre esa clientela, entre los reflectores del juego, hay quien conozca a Lucila Guluarte y compañía. El caso es, que tanto la dama en cuestión como la institución CENDI que lleva el nombre de respetable dama de la sociedad sudcaliforniana, no sea objeto de señalamientos de los propios trabajadores y de la opinión pública.
Mejor que el CENDI en mención, sea un ejemplo, donde la transparencia del manejo de los recursos económicos y la no corrupción sean a todas luces cabalmente honorables.