El accidente carretero ocurrido en las inmediaciones de Santa Rosalía, en días pasados, puso de manifiesto una vez más, la vulnerabilidad de las vías de comunicación de la entidad. Es indiscutible que la carretera transpeninsular requiere de un nuevo trazado, adecuaciones, ampliación de la cinta asfáltica, instalación de rampas de frenado en las zonas con pendientes pronunciadas –El Infierno, Liguí, Los Filos, por mencionar algunos- mejor señalización y todo lo demás.
Pero también nos recordó que el municipio de Mulegé padece de serios problemas con respecto a las vías de comunicación. Por vía marítima, el mal llamado ferry, viaja dos veces por semana a Guaymas, Sonora y su condición es deplorable. La carreta, ya se mencionó, en mal estado y por vía aérea las cosas no están mejor, no hay aeropuerto ni conexión comercial vía aérea.
¿Así o más aislados?
Digo.
lizmont1@hotmail.com
