TIEMPO DE REFLEXIÓN: NO HAY LÍDERES DEL PUEBLO EN BAJA CALIFORNIA SUR
La Paz, Baja California Sur. Reconozco que entre el intenso calor, las redes sociales, el trabajo y la familia, pareciera que todo el normal. Pero no.
La situación no está nada bien en esta entidad. La transformación al día nos va quitando memoria y a no identificar que los cambios anunciados con bombo y platillo, desde “generar un nuevo malecón”, mejorar la industria del turismo, permitir la industria minera tóxica, abrirse a los capitales extranjeros, son cambios “no para beneficio de todos”.
La capital del Estado de Baja California Sur, La Paz, hoy en día, es una ciudad sucia. Toneladas de desechos del consumismo están donde quiera. No hace falta una nueva administración; nos falta líder para promover cultura de la limpieza.
No es un golpe político decir que la ciudad de La Paz está sucia, es una realidad.
Lo peor que por toda la carretera transpeninsular, el mal ejemplo cunde, porque la basura dice en montones presente.
Los esfuerzos de la basura domiciliaria no dan el ancho con la producción de basura y el hábito negativo de ser “tiradores de basura”, todos.
No queremos ni a nuestro Estado, ni a nuestras ciudades, ni comunidades rurales, ni al mar, playas, cerros,… No queremos ser generadores de salud.
Estamos desorganizados a grado tal de permitirse que empresas e instituciones de gobierno municipal, estatal y Poder Legislativo y Judicial permitan las subcontrataciones de trabajadores, principalmente al por mayor en los llamados “de seguridad privada y limpieza, que no son más que formas desventajosas para quienes ofertan su fuerza de trabajo y su tiempo y dejan millonarias ganancias a los propietarios.
El subempleo crece día a día. Los efectos del desplazamiento de mexicanos venidos de Estados de la República en conflictos y pobreza para las clases medias, pobres y en extrema pobreza, descuadran la identidad de Sudcalifornia.
Lo peor, no hay gobernantes líderes. Nada más son gobiernos de paso para los que padecen dramas de todo tipo. Nada más son gestores del gran capital sin defender ni mejorar salarios, jornadas laborales y calidad de vida.
No hay líderes que al entender el malestar de la población, los unifique y dignifique, en vez nada más de dar discursos y S- obras -, dadivas.
Gobiernos y legisladores sin proyecto social. Si acaso ven el proyecto turístico que “no es para todos”. Pero no atinan a pasar bien a las páginas de la historia. Que mal.
