ABCdario / EL BATEQUITO

* Filder’s pa’ tras

Oscar y Álvaro Cota Olachea, dueños originarios del predio de El Batequito, están de plácemes; el amparo federal obtenido derivado de la amafiada sentencia dictada por el Juez Civil del Fuero Común, Bárbaro Valenzuela, a favor de Adolfo Sánchez Pacheco, primo hermano de Víctor Cervera Pacheco, Secretario de la Reforma Agraria durante el gobierno de Carlos Salinas y firmante del título a favor de Sánchez Pacheco, en inejecutable, por la simple y sencilla razón de que las colindancias del predio denunciado por Adolfo Sánchez Pacheco (El Batequito) no coinciden con las coordenadas reales de la propiedad en disputa.
De acuerdo a datos en poder de ABCdario, el Juez Civil, Bárbaro Valenzuela, fue quien dicto la ejecución sin tomar en cuenta las pruebas, los estudios técnicos ni topográficos presentados por la familia Cota Olachea en sus alegatos en aras de recuperar su propiedad; fue tal la desfachatez del Juez Civil que dio como buenas las colindancias y medidas topográficas acreditadas en la denuncia de posesión presentadas por Adolfo Sánchez Pacheco, que las medidas y coordenadas dan en el océano pacifico ¡Increíble!. Ahora, con el expediente en cero y un amparo de por medio, la Juez Civil, Yesica Patricia Sepúlveda Hirales, tendrá que enderezar el “entuerto” y limpiar todo el porquerillero que dejo el Juez Bárbaro Valenzuela, en su descarado afán de beneficiar a Adolfo Sánchez Pacheco.
Y es, desde el momento mismo que un Juez Federal concedió el amparo dictado en un Tribunal de alzada (Federal) a los Cota Olachea, era evidente que el expediente acusaba vicios de origen que una vez más exhiben a las instituciones locales encargadas de impartir, procurar y administrar justicia de escasamente confiables y creíbles ante el ciudadano. No obstante la dilación en el litigio que lleva casi veinte años, los Cota Olachea –Oscar y Álvaro– creen y le apuestan a la justicia, convencidos de que la Juez que hoy tiene a su cargo el expediente, Yesica Patricia Sepúlveda Hirales, se apegará al espíritu de la ley sin distorsionar ni tergiversar los hechos y pruebas como su antecesor, el Juez Bárbaro Valenzuela.
Y más increíble aún –sí es que aún existe capacidad de asombro– que el Juez de marras, Bárbaro Valenzuela, permitió con toda alevosía y discrecionalidad que Adolfo Sánchez Pacheco, –el célebre invasor de El Batequito–, aun existiendo un juicio agrario y un amparo de por medio, el predio en disputa fuera remitido al Registro Público de la Propiedad adjuntando los amparos para que, en un embargo preventivo, se anotara que el predio no puede de ninguna manera ser comercializado y evitar así que interesados puedan ser sorprendidos. ¡Qué tal!.
Es decir, el Juez Bárbaro Valenzuela, siguiendo fielmente los pasos que dicta el abc de “Boogie el Aceitoso”, impunemente realizo el “trabajo sucio” para que el primo del entonces Secretario de la Reforma Agraria, Adolfo Sánchez Pacheco, se adjudicará 43 hectáreas de tierras invadidas de un total de 84 que pertenecen al predio de El Batequito, con el solo hecho de que el Juez, Bárbaro Valenzuela, “torcierar la ley” a su favor. ¡Bendita justicia se aplica en BCS!. ¿Échense ese trompo a la uña?.
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