•Equipo de prensa del candidato revela la verdadera actitud del Meadismo.
•Las preguntitis de la prensa local y solo frases de creatividad del que contesta.
•Busca el PRI de arriba, dar circo al pueblo; no buen trato.
La verdad, de la forma de ser del poder presidencial que pretende ostentar José Antonio Meade Kuribreña, no es aquél, que los estribillos expresan en su mensaje de navidad y año nuevo.
Quedan echas trizas las palabras “que te parece si durante todo el año mantenemos vivas esas frases” de la dama del señor Meade. Incluso, las palabras del precandidato que ya se sueña presidente, se desvanecen: “A veces pareciera que olvidamos esas palabras, luego de pasar el año”.
Tampoco es un ejemplo de transparencia y certidumbre que nada más conteste Kuribreña, la lluvia de preguntitis de la prensa local, que solo contesta el ciudadano del PRIAN, con frases de creatividad, para llenar el hueco de una pregunta escueta.
No hay roce de inteligencias, cada cual vaga en las palabras vanas, sin contexto, ni forma ni fondo, sin critica, sin temas que expliquen nada, porque al vuelo de pájaro, en entrevistas de banqueta, trastrabillaban palabras que no sirven más que para lograr las notas de la vanidad, entre los depositarios de la información y un ciudadano PRIAN, que espera la continuidad del proyecto neoliberal en nuestro país mexicano.
Hasta se tiene que corretear al personaje a entrevistar limosneando una respuesta, que en mayoría de veces, es vana.
Pero el tema de ésta redacción, más allá de precisar la ausencia de un trato formal entre prensa y Meade, es ubicar la realidad de lo que su equipo de logística revela del proyecto político, social, económico y en estricto, cultural, que sin maquillaje, ni poses, no tienen el mismo rostro de amabilidad, ese que muestra el señor José Antonio Meade Kuribreña, en los comerciales que publicitan, su carrera electoral.
Dominantes, exigentes, amenazantes, el equipo de logística, hacen de un salón de un restaurant de la ciudad de La Paz, con ventanales, un bunker, situación lamentable, cuando en nuestro país mexicano, se necesita poner cristalinidad a los asuntos que atiendan o dejen de hacer, los militantes, sus dirigentes, precandidatos, candidatos y servidores públicos en funciones, en los poderes del Estado Sudcaliforniano o del Estado Mexicano, municipios, delegaciones rurales y federales…
Con las ínfulas del que manda y agrede, corrieron con la fuerza de la palabra amenazante, y listos para los empujones, a fin de evitar que se escuchara lo que hablarían Meade y los 120 empresarios de Baja California Sur, quizá sí o quizá no, proclives al PRI. Pero prestos a escuchar al presidenciable. Y la pregunta, ¿qué sería lo que NO se debía saber de ese encuentro?
Porque generar desconfianzas, secretismo, agravios, de parte de un equipo de logística, que no se manda solo. Que recibe órdenes.
O Meade es solamente actor de un montaje de circo político, rodeado del verdadero poder, o hay doble cara. Por un lado sonríe y tras bambalinas, endurece el rostro y se hace semejante al poder presidencial en turno, y de los anteriores cuatro sexenios.
El no responder a un saludo de mano de un sudcaliforniano de arraigo, ni dar nombre alguno, ni atender con tolerancia o cortesía, un acto de amabilidad, aun cuando pomposamente se autonombraban, del equipo de comunicación social “del candidato”; no del precandidato, como en realidad es todavía, pone de manifiesto, que la instrucción es: “no es hacer amigos”.
Es, de suponer que si no obedecen, han de recibir un buen regaño o hasta el despido de su labor. Ellos, no están para promover votos, están para consentir a la lista de jefes, hasta llegar al poder presidencial y luego a los poderes de facto.
Los grupos de logística, son hechura de un sistema político mexicano, ostentoso y distante del pueblo. Lo que ocurre en los spots, entrevistas televisivas, radiofónicas, es el maquillaje de una élite de poder, que mira en millones y millones de mexicanos a servidumbre y aspiran erradicar en esos millones de habitantes del país, lo que les impida ser mansedumbre.
Señor Meade, es importante reconozca que el país está como polvo de dinamita esperando la chispa de su detonación.
La revolución contenida, espera su cauce. 1810, la independencia; 1910, La Revolución interrumpida por Venustiano Carranza; 2010, en la espera de su erupción.
Mientras, vemos escenarios diseñados para el aplauso, la palabra fácil y el engaño.
La militarización del país, resultará un intento de blindaje para los inversionistas que mandan y los poderes y gobiernos que obedecen a los primeros.
Don dinero, poderoso caballero, contra millones de mexicanos empobrecidos, que tarde que temprano, dirán, ¡basta! nuevamente.
Entonces, el himno nacional, la bandera, la historia libertaría, los anhelos de un México para los mexicanos, devolverá la fuerza y bríos a los últimos aztecas, Hidalgos, Morelos, Flores Magón, Villas, Zapatas, que impedirán el genocidio al que nos llevan poco a poco al exterminio de la identidad nacional, para abrir paso a las poblaciones cosmopolitas.
Señor José Antonio Meade Kuribreña, el tiempo dirá si será héroe nacional; o villano en contra de sus connacionales, habitantes de Los Estados Unidos Mexicanos.
