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DEL TINTERO / BCS ¡NINGÚN NUEVO LÍDER!

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*EN BAJA CALIFORNIA SUR, MUCHOS OPINANTES Y NINGÚN NUEVO LÍDER.

En el escenario electoral, van levantando la mano, hombres, mujeres y diversos, buscando una candidatura para participar en la jornada del voto de la ciudadanía, el primero de julio de 2018, tras una campaña proselitista, que va del 30 de marzo, hasta tres días antes de la emisión del sufragio efectivo y la reelección de presidentes municipales y diputados locales.
Unos, por la vía de los partidos políticos, otros por la figura constitucional de la candidatura independiente; pero no se ve ningún líder auténtico, natural, depositario de la lucha de los mexicanos ante la globalización y el neoliberalismo mundial.
Solamente son opinantes, por ocurrencia algunos, los más, nada más, eco de los postulados de los partidos políticos, sin conocimiento cabal y detallado de los documentos básicos, que enarbolan pensamientos redactados, muy al mundo ideal; no al real.
México y Baja California Sur, necesitan al menos un líder, que no vaya al frente y solo, hablando por todos, pensando por todos, decidiendo por todos.
Como lo hacen, actualmente, los males llamados, “representantes del pueblo”: Del presidente hasta el delegado rural.
El tema político en el país mexicano, es un asunto de actitud, un desarraigo a una cultura humanista y humanitaria, despojada de pensamientos nobles y búsqueda de soluciones efectivas, no caritativas, para millones de habitantes de nuestra República de Estados Unidos Mexicanos.
A la Porfirio Díaz, el bienestar y el progreso, para los mexicanos de arriba; la esperanza en un mejor porvenir, para los de abajo.
Es entonces, necesario, seguir acorralados por el bajo poder adquisitivo, bajo salario, horas extenuantes de labor para millones y millones de mexicanos, ausencia de cultura y esparcimiento, delincuencia organizada, gobernantes y legisladores de dudosa capacidad y respetabilidad, para que al igual que los pueblos originarios del sureste mexicano, diga la población de nuestro país, oprimida y explotada: ¡Basta!
Por ello, quienes alzan la mano para aspirar ganar una experiencia personal, que no un proyecto social, no pasen a ser nada más los nuevos ricos de su familia y de la población. Es lo más común; pero no lo deseable.
La verdadera gran convocatoria será una vez calmadas las aguas de la elección presidencial y demás cargos de elección constitucional.
El exhorto es para todos y cada uno de quienes lleguen a cobrar buen salario y beneficios alternos, por y para servir al pueblo, particularmente, digamos ahora, de Sudcalifornia.
Lo importante, para quienes “triunfen”, será el gane personal y de grupo.
Sin embargo, les pido, que su embriaguez por acaparar el poder público, les permita tener una pizca de sensatez.
La verdadera gran convocatoria, será cuando los partidos dejen de trabajar cada quien por su cuenta, cuando las instituciones no trabajen de espaldas unas a otras, cuando los gobernantes y legisladores, no simulen trabajar y dejen de ser edecanes corta listones y asistentes a todo evento de agenda, que sea mera frivolidad, cuando se desmantelen las ociosidades de los trabajadores de la burocracia, entonces, la propuesta es,
Poner en marcha, después de las elecciones, una gran mesa social, sin tiempos limitados, con un formato que obligue pasar de las palabras a los hechos, de los dichos y ocurrencias, a soluciones de fondo. Pero sin paternidad única.
Los nuevos liderazgos deben surgir de las mesas colegiadas, de una sociedad organizada, donde la agenda pública, tenga pertenencia de mayorías, minorías, celebridades, autoridades, personalidades.
Puntualmente, debemos ser tomados en cuenta; no solamente escuchados. El espíritu social, constitucional e histórico, obliga a gobernantes y legisladores, a obedecer la soberanía popular. El pueblo manda.
Ya no se vayan por la libre, que solamente es ociosidad y pérdida de tiempo. Tampoco por los intereses mezquinos, familiares o de grupos de corrupción.
Sino establecemos mesas colegiadas, incluyentes, sin marginación, que abra los temas de la sociedad a la sociedad, seguiremos a merced de inversionistas, ocurrentes y neoliberales.
El único requisito necesarísimo, que no las organice ni los gobiernos, ni los legisladores. Que sí participen; pero que no tengan el control del ciclo de participaciones, propuestas y acciones a emprender.
Entonces, hombres, mujeres y diversos, que sean candidatos y luego servidores del pueblo mexicano y sudcaliforniano, no pasen al basurero de la historia.