*Odaliscas
*La encuesta que no gustó
La nota de ayer (encuestas) no gustó en el califato de Víctor Castro Cosio; no gustó porque pusimos en posición de blanco al gran Mulá (predicador intrigoso del Corán lopezobradorista), y las odaliscas (esposas del gran Sultán) de inmediato mostraron sus desacuerdos; hay otras encuestas refutaron en descargo; una vez que las vea y lea compartiré con ustedes mi opinión.
Sin embargo, veo demasiado nervioso al gran Mulá (Víctor Castro Cosio) cuando toco a personajes incómodos por el descollar de Morena en BCS, obsesionados más en cuidar el nido (candidatura a la gubernatura para el 2021) que en resolver sus desencuentros internos, que no son pocos; uno de estos entuertos es la “enguerada” candidatura de Rubén Muñoz por Morena a la alcaldía de La Paz, cuyas facturas le endosan al “hombre fuerte” de Morena en BCS –léase Víctor Castro Cosio–, quien le debe muchas explicaciones a los morenistas sudcalifornianos.
Increíble que Morena, siendo el partido mejor posicionado en el estado –y en el país– aún no resuelva el tema de la candidatura a la alcaldía de La Paz, generando incertidumbre innecesaria; se “rompió” la alianza en lo local con el PT, porque el gran Mulá impuso a una de sus afines en Los Cabos (odalisca) por encima de lo que recomendaban las condiciones políticas en ese momento; sus caprichos, que no son pocos, le están metiendo demasiado ruido al partido (Morena) en un escenario donde la elección se veía y antojaba de mero trámite.
Con la “manoseada” candidatura de Rubén Muñoz, el gran Mulá ha dado sobradas muestras de su innata torpeza política; dejo correr al candidato como los caballos desbocados y de pronto le jaló el “mecate”, inter que aprovecho el dirigente estatal de Morena para meterse en el “partidero” alebrestado por la indefinición; hoy el dirigente morenista se siente candidato y amenaza con irse por la libre (PT) si Morena no lo nomina, mientras Rubén Muñoz, disciplinado rumea su impotencia, y aguarda el momento como los policías chinos en que la “buena disposición” del gran Mulá lo consideré y sea el elegido; sin embargo, quiérase o no, el tema de la candidatura a la alcaldía de La Paz se complicó; cualquier decisión que se tome, ya sea a favor de Rubén Muñoz o de Alberto Rentería, fracturara a Morena; la cuestión es que las indefiniciones con la juega Castro Cosio han arropado al resto de las candidaturas argumentando la llegada de la primavera; excusa balín que ha utilizado para incluir a sus allegados en espacios de candidaturas tal como está ocurriendo en la integración de la planilla a la alcaldía de La Paz, donde trae cuatro recomendados.
En las testeras de su desfachatez se pueden decir muchas cosas como el marcado rechazo hacia su persona, soterrado dentro y fuera del partido; colgado de la figura del dirigente nacional, ha logrado meterse y sostenerse con el apoyo de Adán Hernández, actual candidato a gobernador por Morena en Tabasco, persona de mucha confianza de AMLO, mediante él ha logrado a hacerse de la consideración del dirigente nacional; Adán fue diputado federal junto con Víctor Castro Cosio en la LXII Legislatura, ahí se le ensobacó y empezó a insidiarlo y preparar su plan.
En su trayectoria siempre ha tendido a encerrarse con su grupo de odaliscas; trabajar para ellos al interior y eliminar a los posibles adversarios mediante certeros ataques de insidia; para pertenecer a su grupo se requieren ser muy práctico, muy adaptable, no se distraen con cargas ideológicas; las usan como mercancía de cambio; anda engolosinado arrebatando cuenta regiduría se le atraviesa, eso ha acentuado los riesgos de divisiones internas, siente que no le afecta, él va en primera posición, puede poner en riesgo a Lucía Trasviña, y si la elimina de una vez mucho que mejor, de ahí que no estará mal que lo pusieran en segunda fórmula para que deje de provocar divisiones y se ponga a trabajar por el proyecto nacional. ¡Qué tal!.
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