Casos (accidentes) como el que le comentaré, han ocurrido varios en los últimos días y no pasa nada; la autoridad indiferente ante hechos que han vestido de negro a familias en una ciudad que se debate entre el caos y la anarquía.
Veamos; la tarde del domingo pasado (20 de mayo) –hace cuatro días–, Cristóbal Mijail Castro Montijo, un joven que se gana la vida repartiendo pizzas en una moto, fue brutalmente embestido (atropellado) en la confluencia de las calles de Nicolás Bravo y 20 de noviembre donde quedó semi muerto tendido sobre el pavimento, él transitaba por la calle Bravo y en la esquina con 20 de noviembre, hizo el alto reglamentario que indica el disco no así Uziel Zeral Morales Puente, quien a alta velocidad y en aparente estado de embriaguez lo embistió provocándole fuertes traumatismos que lo pusieron al borde de la muerte a lo largo de un par de horas.
Cristóbal Mijail, es hijo de un amigo mío muy estimado, Valentín Castro Burgoin, tercer hijo de su primer matrimonio; un chavo tranquilo que le apasiona el futbol, tocar piano y la lira (guitarra) que son sus aficiones y adicciones; no fuma ni toma excepto agua de Jamaica; por fortuna Cristóbal Mijail ya la libró aun cuando se encuentre internado en la clínica del IMSS atendiéndose un severo traumatismo en el cráneo, tres cervicales rotas, golpes en la mandíbula, mentón, testículos, ojo izquierdo y golpes contusos en diversas partes del cuerpo, mientras quien lo embistió y provocó el fatal atropellamiento ni siquiera fue requerido pese a la presencia de hechos de sangre. ¡Qué tal!.
Cristóbal Mijail fue auxiliado por vecinos y trabajadores de una carnicería, siendo la estudiante de enfermería, Gabriela Berenice Sánchez Luna quien evitó que se ahogara con su propia sangre, mientras el responsable, Uziel Zeral Morales Puentes, que conducía un Spark Chevrolet 2018, jamás fue requerido por la autoridad pese al presunto estado de embriaguez en que conducía que provocó el brutal atropellamiento; en los últimos días, cinco repartidores de pizzas han muerto en las mismas condiciones y ni quien diga nada; Cristóbal Mijail Castro Montijo aún se encuentra en recuperación en la clínica del IMSS, mientras el responsable del accidente goza de absoluta libertad, sin siquiera responder por los daños causados; como se ve, cinco casos fatales ocurridos en los últimos días marcan una fuerte incidencia en este tipo de accidentes sin que las autoridades se dignen en establecer protocolos de prevención; peor aun cuando la autoridad se muestra indiferente, pasiva y mustia frente a estos hechos que han enlutado a varias familias en medio de una grosera e inaceptable impunidad; hablamos de cinco repartidores de pizzas que han sido atropellados y han fallecidos, imagínese cómo andarán las estadísticas (incidencias) entre motociclistas y ciclistas.
Desde este espacio hacemos un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y tomen las medidas que correspondan a fin de evitar, dentro de lo posible, tan terribles accidentes, así mismo, en nombre de la familia Castro Burgion y Castro Montijo, expresamos agradecimiento a los trabajadores de la carnicería y a la estudiante de enfermería, Gabriela Berenice Sánchez Luna, por su valioso e invaluable apoyo que le prestaron a Cristóbal Mijail Castro Montijo, durante el difícil trance que sufrió que lo puso al borde de la muerte. ¡Échense ese trompo a la uña!.
Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com
