* Unidad fracturada
La noche de este lunes, Víctor Castro Cosio, Leonel Cota Montaño y Rubén Muñoz, se toparon con menuda sorpresa al atestiguar que solo 9 de los 15 diputados de Morena-PES-PT respondieron al llamado de la convocatoria donde se agendó la visita a BCS del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador; ninguno de los diputados del PES ni del PT asistieron. ¿Por qué?.
La falta de quórum en la aplanadora de Morena que se exhibió esa noche, mostró un grupo compacto y amorfo que no hacen mayoría, reflejando fiel e inequívocamente una pésima distribución de las cuotas partidistas; “mal manejo” político, descuidos y desatenciones personales que han cometido en la integración de la legislatura que éste viernes toma la batuta: Milenia Quiroga por imposición atropellada del “hombre fuerte” de Morena, Víctor Castro Cosio, encabezará la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, a contrapelo de la opinión y consenso del grueso de los diputados de las tres fuerzas políticas que integran las “izquierdas” que teóricamente tendrían holgada mayoría en la legislatura entrante, y tras las intromisiones de Víctor Castro y Rubén Muñoz y la falta de astucia y olfato político quedó en un grupo compacto (amorfo) que no hacen mayoría, de ahí que los desesperados llamados a la unidad de Víctor Castro, Rubén Muñoz y de Leonel Cota frente a un escenario desolado y de capa caída cayeron en tierra de sordos por los arrebatos y atropellos que se han cometido en la asimétrica integración de la legislatura, cuya mesa directiva estará presidida por el diputado Homero González, de origen morenista, integración que terminó pulverizando la “aplanadora morenista” con el paso de la diputada Sandra Moreno del partido de Encuentro Social a Morena quedando 5 diputados del PES, 2 del PAN, 1 del PRI, 1 del PT, 1 del PRD 1 del Partido Humanista que curiosamente hacen mayoría; contra 10 diputados de Morena, tema que a Víctor Castro Cosio ni le inmuta ni le quita el sueño, todo porque anda como “Panza de Lión” (Manuel González, ex revolucionario sudcaliforniano que combatió al lado de las fuerzas orteguistas en 1913-1914) con un abultado paquetes de currículos debajo del sabaco, la mayoría de profesores jubilados de la CNTE que piensan “dobletear” sus sueldos en la delegaciones federales, mientras Rubén Muñoz confrontado frontalmente con sus regidores. ¡Qué bonita familia!.
Si ese es el escenario político que le presumirán a AMLO en su próxima visita al estado, mal; mal porque los exhibirá ante los ojos del presidente electo como unos buenos para nada, incapaces de organizarse internamente para presentar un frente común en el congreso local; mal porque no se han puesto de acuerdo entre ellos y cada grupo jala por su lado; mal porque no han podido o no han querido controlar los impulsos desbocados de sus correligionarios a quiénes solo les basta juntarse más de dos para hacer “barullo”; mal, porque la relación política entre Víctor Castro, Rubén Muñoz y Leonel Cota es pésima y se contaminó cruzándoseles el 21, es decir, la tempranera carrera por la candidatura de la siguiente gubernatura, sin que ninguno ceda ni cederá antes de que se dé la “madre de todas las batallas”; el 21 inexorablemente pasa por la integración de la actual legislatura, por la conformación de los cabildos y por las delegaciones federales. ¡Qué forma tan inicua de perder el tiempo!.
Ante tales arrebatos donde han privilegiado proyectos políticos personales por encima del proyecto de nación de AMLO, los árboles no los dejan ver el bosque; un Víctor Castro Cosio obsesionado por contralar el Congreso desde un grupo compacto y dividido que no hacen mayoría, y un Rubén Muñoz impulsando a Víctor Madrigal por el control financiero de la Cámara, en tanto Leonel Cota, más astuto y zorro, observa desde las gradas el tremendo “desgarriate” que traen en vísperas de asumir el poder.
Ahora lo que habrá que ver es si las divisiones en la integración del Congreso y las confrontaciones entre el presidente municipal electo y los regidores en el Ayuntamiento de La Paz, son divisiones y confrontaciones naturales por “malos manejos políticos”, a propósito o ambas cosas, como habrá que ver el ¿Por qué? de la exclusión de la senadora electa Lucía Trasviña en los acuerdos que han hecho y siguen haciendo, al igual que de los diputados federales del PT; Ana Ruth García Grande y Alfredo Porras Domínguez, a quienes les han dado trato de “convidados de piedra”; no hay que pasar de largo que el triunfo de Morena es un triunfo de todos y no de unos cuántos que hoy quieren aparecer como los buenos de la película en un escenario demasiado movido, dividido y extremadamente frágil y endeble, donde a final de cuentas la “suma de los totales” no le dio para hacer mayoría. ¡Qué tal!.
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