Se acerca la fecha para que los alcaldes electos rindan protesta ante la ciudadanía jurando cumplir y hacer cumplir la Ley; grandes expectativas se despertaron en torno a estos insípidos actores políticos que llegan a las presidencias municipales más por la “ola” arrasadora de López Obrador que por atributos y capacidades propias, igual ocurrió con los integrantes de la LV Legislatura al Congreso del Estado y con el resto de las alineaciones en las cámaras federales, sin embargo fueron los alcaldes quienes generaron mayores expectativas entre la población, sumándose a sus proyectos decenas de personas en la promoción del voto hasta la defensa de éste en la jornada electoral, actuando como representantes de casillas o simples “talacheros”, sin percatarse de que serían utilizados y al final “botados” como desechables.
Rubén Muñoz, hábil e inteligente como pocos, ideo un esquema fuera de lo común que lo ha vestido de demócrata permitiéndole soltar lastres de campaña sin necesidad de ofrecer mayores explicaciones; para designar al titular de la Dirección de Cultura, decidió hacer un ejercicio democrático lanzado una convocatoria abierta entre gremio cultural para designar al nuevo titular (se eligió una terna y el Cabildo designara al nuevo director de cultura) deshaciéndose hábil y diplomáticamente al mismo tiempo de varios seguidores que por leer el último best seller de Juan Charrasqueado ya se sentían hechos para el puesto, igual sucedió con la convocatoria de “Fast Track” de los bomberos, que dicho de paso nunca le solicitaron una justa democrática que implicara lanzar una convocatoria para designar a su comandante; allí estaba más fácil pues no importa tanto quien sea el comandante, sino que los apoyen logísticamente y los tomen en cuenta como tales; ahí pueden designar al mejor comandante e incluso traerlo expresamente del departamento de bomberos de Nueva York, –considerados los bomberos más capacitados del mundo–, pero si no cuentan con el apoyo institucional de poco o nada servirá poner uno o a otro; nadie le pidió al alcalde electo lanzar convocatorias a diestra y siniestra que solo a él lo visten y a nadie más; no se sabe si el nuevo director de cultura es militante o simpatizante activo en la campaña del alcalde electo –como es uno de los requisitos que piden los morenistas de la ala dura–, el caso es que nunca se vio, como tampoco ocurrió con el nuevo comandante de bomberos que jamás fue visto pegando calcas, entregando el periódico o participando en alguna comisión, ignorándose si jugaron en dos o más pistas en las campañas electorales comprobándose una vez más que “unos corretean la liebre y otros son los que la pillan”; quedan pues muchos cuadros en verdad valiosos en el camino, camino que a medida que pase se le hará cuesta arriba, sinuoso y escarpado para quienes los ignoraron sin reconocérseles o agradecerles sus esfuerzos, así que dentro de tres años la pensaran muy bien para creer nuevamente en el canto del Gardel, como diría el Chucho Castro.
De entrada se vienen para los alcaldes electos los pagos de nóminas inmediatamente después de tomar protesta, las quincenas subsecuentes, pagos de primas vacacionales, aguinaldos, bonos etc…, obligaciones que tienen que cumplir en tiempo y forma, aquí no entrará ninguna justificación así le pongan que son los sacrificios previos para gozar terrenalmente de la cuarta transformación, sino el desencanto que llegará al mismo tiempo en que hagan su aparición los Reyes Magos; ahora hay que esperar la conformación del gabinete lo cual llamará poderosamente la atención la alineación que proponga y autorice el cabildo al nuevo presidente, de ahí se sabrá si el presidente contará con quien le escriba; lo que se puede adelantar con base en negras premoniciones que reinan en vísperas de la toma de protesta, es que tendrá un cuerpo de regidores cien por ciento “puchistas” que no le permitirán mucho margen de maniobra que opaque los atribulados sueños del “clásico” para el 21; Víctor Manuel Manuel Castro Cosio.
Ejemplar estrategia de Rubén Muñoz Alvares de lanzar convocatorias para designar a “ciertos” colaboradores aprovechando el bono democrático que le otorgó la ciudadanía que de entrada lo visten como un alcalde democrático; un alcalde que no titubeo en “placear” a sus virtuales colaboradores ante el ágora pública deshaciéndose al mismo tiempo de lastres e innombrables que llegaron a creerse infalibles. ¡Échense ese trompo a la uña!
Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com
