La reciente visita del presidente electo Andrés Manuel López Obrador trajo consigo sentimientos encontrados entre los sudcalifornianos por el tema que preocupa y ocupa a gran parte de la sociedad de la media península: la instalación y operación de la minería tóxica en la sierra de la Laguna, sin duda se esperaba otra reacción de la autoridad electa.
Andrés Manuel optó por la vía de la democracia participativa, “la consulta ciudadana” para resolver el conflicto de quienes están a favor (Oro) o en contra (la defensa del agua y de la vida). De eso ya daremos cuenta.
Lo que es de llamar la atención es la espontánea reacción de la dirigencia estatal del partido revolucionario institucional, Gabriela Cisneros Ruiz, quien ha optado por mantenerse de bajo perfil (muy bajo por cierto) distante de la vida política del estado, aprovechando el tema de la mina sale de su ratonera para criticar posturas.
La pseudo líder del PRI Cisneros Ruiz (no lidera más de tres militantes y eso porque están en la nómina) arremetió contra las autoridades electas por no fijar una postura firme contra la instalación de la minería en Baja California Sur. Habría que preguntarle si aún le duele la mordida que se dio en la lengua porque no se recuerda manifestación alguna por parte de su dirigencia ni su gremio, la CROC, para hacerle frente a la posible operación de minería toxica en la entidad.
Tampoco se recuerda que Gabriela Cisneros se manifestara en las visitas que ha hecho a la entidad Rafael Pacchiano Alamán, titular de la SEMARNAT, para increparle por la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental a la minera Los Cardones. ¿En qué momento la inútil lideresa del tricolor se ha pronunciado o le ha exigido al delegado de SEMARNAT en la entidad Axxel Sotelo aclare el proceso de autorización de la minería tóxica en Baja California Sur? NUNCA. Solo ha guardado silencio y ahora de manera oportunista quiere tomar banderas ciudadanas.
Lo cierto de la líder del PRI Gabriela Cisneros es que lo suyo quizá sean los chascarrillos, quizá debería seguir los pasos de la famosa comediante Lucila Mariscal “Doña Lencha”. Contar chistes sobre causas ciudadanas y reclamos a las autoridades le quedan bien a una dirigencia nefasta como la suya, la apariencia de comediante como “Doña Lencha” ya la tiene. Veremos si se decide, porque dirigir un partido le quedó grande. Es mi opinión, al tiempo…
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