*Bien por BCS
En los últimos años, BCS ha adquirido un verdadero nivel de estado; no es la conversión de territorio en estado por sí mismo lo que ha otorgado tal status, sino la infraestructura, la inversión pública y privada y los servicios que hoy se otorgan lo que conceptualmente robustecen tal definición; hace cincuenta años atrás era impensable imaginarse lo que hoy tenemos.
Para bien hemos avanzado, y mucho; remitirse cincuenta años atrás cuando gran parte de los caminos eran de terracería y brecha, comunidades y rancherías de cien habitantes que no contaban con luz eléctrica, agua potable ni comunicación telefónica, con un hospital de apenas diez camas censables para atender a trescientos mil sudcalifornianos, con una educación terminal hasta preparatoria con fuertes deficiencias, poco trabajo y mal pagado, apenas nos diferenciaba de un rancho grande.
Las nuevas generaciones desconocen no solo como se ha forjado este estado sino los sacrificios que ha costado ser lo que hoy somos; nada ha sido por obra del Espíritu Santo, ni por generación espontánea, mucho de un día para otro; ayer entró en operación el centro estatal de oncología que se viene a sumar la infraestructura hospitalaria existente con más y mejores servicios; un centro de oncología en un estado donde la incidencia de cáncer supera la media nacional no es poca cosa; en lo personal me sumo a los cientos o quizás miles de sudcalifornianos que nos sentimos agradecidos por esta obra que fue posible gracias al presidente de la República y al gobernador del estado, por haber cristalizado este sentido anhelo que viene a darle certidumbre, consuelo y esperanza a cientos de pacientes que sufren este terrible y doloroso mal.
Un centro oncológico que evitará a enfermos de este mal de costosos e incomodos traslados a otros estados para recibir radiaciones y quimioterapias; un centro oncológico a la altura de los que existen en otros estados con tecnología de punta es, sin duda, es un gran avance para BCS; una fortaleza para nuestras instituciones de salud que se traducidirá en beneficios directos para los sudcalifornianos.
Aplaudo la puesta en operación de esta magnífica obra como en su momento aplaudí la creación de nuestra universidad (UABCS) y la puesta en marcha del nuevo hospital de especialidades en La Paz, entro otros muchos logros; cierto, aún nos queda mucho por hacer en salud, educación, en infraestructura urbana y deportiva, como mucho es lo que se ha hecho en los últimos cincuenta años cuando este estado no existía; hoy contamos no con una sino con varias universidades, un instituto tecnológico consolidado, más preparatorias, más secundarias, más escuelas primas y más kínder, así como una serie de servicios y atenciones como guarderías, asilos y centros especializados para atender discapacitados que antes no teníamos.
Justo es reconocer que hemos avanzado, que hemos alcanzado más y mejores estadios de bienestar aun cuando la convivencia entre nosotros siga siendo uno de los grandes pendientes; darle valor, respeto, credibilidad y prestigio a la política, al quehacer público para no caer tan fácilmente en los niveles de crispación social, hartazgo, coraje, intolerancia que por desgracia hoy experimenta nuestra sociedad; hacer política política todos los días las veinticuatro horas del día; todavía seguimos siendo una gran familia donde nos conocemos casi todos, donde el tronco familiar, identidad, pertenencia y costumbres nos unen como una gran comunidad de sangre; hagamos un esfuerzo por mantenernos unidos, que la política no nos divida ni nos crispe nunca más; el día que realicemos este modesto ejercicio, ese día, llegaremos hacer un gran estado. ¡Qué tal!.
Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com
