¡Aguas! ¡Los vendedores ambulantes de Los Cabos están en la mira de las autoridades del ayuntamiento, sobre todo aquellos que tienen hijos menores de edad! ¡un Herodes anda suelto!
Todos sabemos que los vendedores ambulantes le disgustan a alguna gente porque aseguran que molestan al turista, que lo abruman con sus prédicas. Otros afirman que “afean” las playas, que afectan la movilidad y hay quienes incluso los acusan de ser bandas dedicadas al robo, narcomenudeo, prostitución y demás ilícitos.
Sin temor a equivocarme creo que en el fondo se trata de un pensamiento racista alimentado de una visión de élite, una reacción y conducta discriminatoria que alguna gente mantiene ante los pueblos originarios y las comunidades indígenas de México, conducta que también tendría que reconocerse, atiende un reclamo constante de hoteleros, turisteros y “gente bonita” que no los quieren cerca.
Les guste o no a los promotores y defensores de esta conducta discriminatoria, como es el caso del inspector fiscal de Los Cabos, los y las vendedoras ambulantes están ahí no por su gusto sino porque seguramente necesitan comer, obtener un ingreso diario para sobrevivir y no tienen otra opción mas que el ambulantaje, la informalidad y por eso considero un abuso injustificable complicarles aún más la vida a estos mexicanos.
Estas personas cuyo “problema” es cómo desaparecer a los ambulantes o ayudar a exterminarlos, no han entendido que los restaurantes y hoteles de su propiedad, están enclavados en México, en Baja California Sur, en un país con casi la mitad de su población en situación de pobreza, gente carente de seguridad social, educación, comunidades y familias enteras obligadas a una migración permanente a lo largo y ancho de la nación: Nuestro país desgraciadamente está incluido entre las diez naciones con mayor desigualdad social del planeta. ¿No les dicen nada estos datos y estadísticas? ¿no los hace cambiar siquiera un poquito su mentalidad excluyente, clasista, poco solidaria?
Una de estas personas preocupadas en desaparecerlos de playas y calles del destino turístico es don José Manuel Cisneros Peruyero, Jefe de Inspección Fiscal de Los Cabos, quien confesó ante la prensa que desde el primer día que asumió el cargo, apenas duerme porque “se ha enfocado en reducir la presencia de niños ambulantes en el municipio” y amenazó que los vendedores acreditados que quedan “tampoco pueden estar en compañía de menores porque de lo contrario perderán su permiso”.
¡Qué dureza de carácter! ¡ qué ejemplo a seguir! ¡ojalá también le quiten el sueño los grandes deudores del fisco y deje así de fastidiar a los débiles, a los niños, a sus padres!
El funcionario público se jactó ante la prensa de haber logrado disminuir el ambulantaje “hasta en un 70 por ciento” en el corto tiempo que lleva al frente y advirtió a los vendedores que “no pueden ir acompañados de menores porque el reglamento lo prohíbe”. En caso de desobediencia se les retirará el permiso y no podrán regresar jamás a ejercer el comercio ambulante.
¡Un remedo “choyero” de Trump, separando a hijos de sus padres!
Sorprende el lenguaje de Cisneros mucho más identificado con el autoritarismo y la criminalización de la pobreza que con la solidaridad entre seres humanos. Cisneros Peruyero habla de “operativos conjuntos de Seguridad Pública y el Ministerio Público para atacar de lleno el problema”. ¿Qué es eso? ¿por qué ese lenguaje?
Seguramente el inspector fiscal “olvidó” que Los Cabos no es un ayuntamiento gobernado por el PAN sino por Morena, el partido-movimiento de AMLO quien en repetidas ocasiones repite una y otra vez que sus gobiernos son diferentes de los anteriores, que “no son lo mismo” y que en su gobierno “son primero los pobres”.
¿Qué le sucede a Herodes? Antes de soltar la amenaza de retirarles el permiso, de amenazarlos ¿conoce el ayuntamiento cabeño presidido por el profesor Óscar Leggs, cuántos de estos vendedores ambulantes tienen familia? ¿número de hijos? ¿poseen vivienda propia? ¿ tienen algún pariente con quién dejarlos para poder ellos ir a trabajar? ¿están listas las guarderías? ¿se manda solo el inspector fiscal? ¿está enterado su jefe de esta “advertencia”? ¿lo permite?
No lo sabemos. Lo que sí se sabe es que se tienen ya preparados el garrote y la amenaza de “cerrarles” el changarro.
Don José Manuel, recapacite por favor: Morena no es el PAN y ¡Los Cabos es México…no Dinamarca!