Cada vez que puedo evoco a mi abuelo por haber sido un hombre cabal, y como caballero de armadura recia que fue mantenía siempre un pensamiento a flor de piel, y para fortuna mía me dejo múltiples enseñanzas a través de sus pláticas, las cuales una y otra vez siempre estuvieron plagadas de verdades absolutas.
También acostumbrada –como correspondía a la vieja usanza– incluir dichos populares durante sus prédicas, y recuerdo perfectamente cuando en más de una ocasión me dijo: “El castigo del embustero es no ser creído aun y cuando diga la verdad”.
Esto lo traigo a colación porque me viene la mente cuando RUBÉN GREGORIO MUÑOZ ÁLVAREZ en su campaña proselitista en pos de la presidencia municipal de La Paz –esto como abanderado por el Movimiento de Regeneración Nacional y del Partido Encuentro Social– vociferaba muy a su estilo –soberbio y arrogante– que haría de la dignidad su principio de conducta y que buscaría que ella se convirtiera una costumbre para hacer política. NADA MÁS FALSO QUE ESO.
Luego entonces y para tratarlo de entenderlo –cosa que es sumamente difícil– me puse a indagar todo lo referente a la MITOMANÍA, y encontré que esta se define como un trastorno psicológico que se da al mentir de manera compulsiva y patológica, y que por ende sin escrúpulo se falsea la realidad para hacerla más soportable, e incluso se puede sostener una imagen distorsionada de sí mismo que es generalmente asociada por un delirio de grandeza que se produce una gran distancia con la imagen real.
Una vez entendido eso, RUBÉN GREGORIO MUÑOZ ÁLVAREZ encaja perfectamente en ese tipo de trastorno, pues siempre embauca sin valorar las consecuencias de sus falsedades y queda visto que por eso adopta ese comportamiento como rol propio ante propios y extraños, creando simplemente sistemas ficticios en su mente para tratar de sostener todos los engaños en los que incurre.
Ahora bien, hoy en día como diputado federal –cosa que como sabemos logró por pura chiripa– se sigue manifestando como todo un MITÓMANO CONSUETUDINARIO, por lo que simplemente ahora le da por presentarse con un descaro absoluto diciendo será beneficiado con un cargo federal en la gestión que habrá de emprender la presidenta de México, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
O sea que RUBÉN GREGORIO MUÑOZ ÁLVAREZ no cambia su pusilánime modo de ser, y por eso sigue timando y mintiendo una y otra vez porque esa es su costumbre, tan así que ya forma parte de su personalidad por lo que no puede o no quiere entender que está totalmente plagado de contradicciones, y que un ejemplo de ello es cuando repite una y otra vez que la dignidad siempre ha sido su principio de conducta, por lo que busca –según él– convertirla en la forma de hacer política, cuando en realidad lo que permea en el taimado casi ex legislador federal es la burla y la mentira.
Si hoy tuviera la oportunidad de decirle a aquel hombre cabal, a aquel caballero de armadura recia que siempre me profirió enseñanzas con sus frases plagadas de verdad, como aquella que rezaba: “El castigo del embustero es no ser creído aun cuando diga la verdad”, entonces le expresaría que razón tenías abuelo, pues está visto que a RUBÉN GREGORIO MUÑOZ ÁLVAREZ no se le puede creer aun y cuando hable con la verdad, pues el tiempo nos ha ayudado a descubrir todas sus mentiras más ocultas; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
COMO EN BOTICA
•¡AGUAS CON EL AGUA!
Realmente el problema que se vive con el asunto de los pozos de agua lo causó la presidenta municipal MILENA QUIROGA ROMERO, esto cuando sacó a los llamados piperos de la toma de la colonia 8 de Octubre y los mando a los que recién clausuró la COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA.
Aunque a simple vista su acción fue buena, porque en la garza de la 8 de Octubre se extraía agua del acueducto y no de un pozo natural, se terminó generando otro problema porque mandó entonces a cargar en un pozo de uso agrícola, lo cual es totalmente ilegal, pero nadie dijo nada porque se acercaban las elecciones.
Ante todo esto, podemos decir que en realidad el tema del agua es tan complicado en la ciudad de La Paz, pues no se puede tapar un hoyo sin que se abra otro, y eso es porque nadie ha querido entrar en serio a la solución del problema, por lo que solamente se la llevan poniéndole parches. . . ¡HE DICHO!