Pirotecnia Política: El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan. (Arnold J. Toynbee)
La intromisión de personas ajenas a la 4T que se creen estrategas en las tareas de posicionamiento político de cara a las elecciones del 2027, lo único que provocarán es una implosión en las entrañas de las fuerzas políticas que buscaran refrendar el triunfo de morena y sus aliados en las elecciones del primer domingo de junio de 2027.
Los gestos de desesperación son cada vez más evidentes y en el reclutamiento de talentos -muy válido, por cierto- queda de manifiesto que para ganar al menos una candidatura, son capaces de aliarse con los que serán sus verdugos como en el pasado reciente.
Lo hemos sostenido en este espacio, el único aval que respaldará a quienes quieren gobernar Baja California Sur a partir del 11 de septiembre del 2027, será el trabajo que desempeñen en sus responsabilidades actuales y eso aplica para quienes aspiran gobernar o reelegirse en las administraciones municipales, más las dos diputaciones federales, posiciones importantes para el proyecto nacional.
La situación política dentro de la 4T choyera, comienza a desbordarse y no hay controles, aunque quizás sean pocos los que desean ser controlados o políticamente sometidos, lo más sano es dejarlos competir y definir candidaturas bajo mecanismos de selección transparente y suficientemente convincente para evitar un rompimiento que terminaría por provocarles una derrota, no hay que olvidar que la oposición conserva una importante cantidad de votos y aunque ahora están aparentemente debilitados o desarticulados, una campaña no la rige la historia política o electoral, los procesos electorales son marcados, más por la circunstancias, sin olvidar que los electores tienen memoria.
Si la guerra sin cuartel que traen por tierra y aire, sigue dañando la posibilidad de lograr la unidad al final del proceso interno que habrán de vivir, seguramente perderán la elección constitucional y todos los escenarios posibles indican que el riesgo de una implosión en MORENA y sus aliados, incluido el Partido del Trabajo, es cada vez más probable, al no saber controlar sus impulsos, basando sus estrategias en hacerse pedazos de forma tan evidente, sólo reafirman que puede más la ambición personal que el proyecto alternativo que los unió en el 2018; es obvio que el verdadero interés de escalar en posiciones políticas para resolver los problemas de fondo de Baja California Sur, es letra muerta. Ya veremos y comentaremos.